Compartir

La búsqueda desesperada por convertirnos en líderes efectivos nos hace mucho mal. Solo nos concentramos en los resultados y no en cómo los obtenemos. Es por esta razón que muchos ejecutivos de alto nivel caen en el error de elegir el poder sobre la influencia, pues siempre es más rápido de obtener el primero.

Aunque lo dudes, el poder es mucho más fácil de ostentar que la influencia. Son dos cosas que muy diferentes pero que se suelen confundir con facilidad dentro del ambiente empresarial, sobre todo por quien tiene la responsabilidad de liderar.

Con la finalidad de establecer una clara diferencia entre ambos conceptos, definamos lo que el ejecutivo moderno puede lograr con el poder y con la influencia, a la hora de liderar un equipo.

Lo que se logra con la influencia

El líder que goza de influencia, lo hace porque tiene mérito para ello. Esto le permite perdurar en el tiempo y dejar una marca muy positiva en quienes le rodean.

En sí, la influencia inspira y atrae a las personas para que estas escuchen con interés. Es por eso que muchos trabajadores compiten entre ellos para poder trabajar cerca de líderes influyentes. Sus ideas y métodos de trabajo llenan de inspiración y motivación a los demás.

La influencia no solo da pie a la inspiración y al interés sincero. El líder que influye también se gana el respeto del público, algo que perdura y transciende. Si tu meta es convertirte en un exponente de referencia dentro de tu industria, la influencia hará maravillas.

Lo que se logra con el poder

Hoy en día, quienes aspiran a ser líderes prestan demasiada atención al poder. Aunque lo ignoren, el poder no es algo que llevarán dentro o podrán exhibir como una capacidad propia. Realmente, el poder es ostentado por la posición en la que el líder se encuentra, no por ser un líder per se.

Así que, cualquiera que alcanza a ser un ejecutivo de alto nivel puede tener poder pero carecer de influencia.

Si la influencia persuade a las personas a esforzarse honestamente, el poder las doblega a hacerlo de muy mala gana. Es por ello que los resultados generados con el uso del poder casi siempre son efímeros y se recuerdan con resentimiento, por aquellos que invirtieron su tiempo y talento.

Visita mi articulo Tres Características de un Líder con Determinación

La realidad del líder efectivo

Si como ejecutivo tienes el deber o el deseo de convertirte en un líder que genera resultados y deja una huella imborrable, jamás hagas uso excesivo del poder que te confiere tu actual posición.

La efectividad viene del trabajo duro y de construir una influencia. Al ser influyente, inspiras a tu equipo a trabajar en la dirección que tú consideras más apropiada. Tienes el mérito para ser escuchado y atendido.

La influencia, como bien decíamos, da paso al respeto. Como líder, no hay otra que te convenga más. Esfuérzate, simpatiza y logra influir entre quienes te rodean y esperan de ti una dirección clara hacia los objetivos.

 

Descarga gratis el ebook Coaching ejecutivo para líderes y convierte en un líder efectivo e influyente.

Compartir