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El ejecutivo moderno, muy a pesar de la abundante ayuda con la que pueda contar, enfrenta difíciles retos. Muchas veces, las 24 horas que cada día ofrece parecen ser insuficientes.

Nuestro compromiso con el trabajo nos va forzando, poco a poco, a descuidar otros aspectos de nuestra vida. Simplemente no podemos dedicarnos el cien por el cien a los negocios y a nuestros asuntos personales, incluyendo a la valiosa familia.

El equilibrio vida-trabajo podría parecer una meta distante y muy difícil de alcanzar. Nuestra posición de ejecutivos nos coloca reto tras reto, haciéndonos pensar que no hay ventanas hacia el descanso, hacia la oportunidad de cuidarnos un poco o hacia un espacio para compartir con nuestros seres queridos.

Como buenos ejecutivos que somos, siempre encontramos soluciones. El equilibrio vida-trabajo sí se puede lograr y aquí te explicamos cómo.

4 Tips para un mejor balance Vida-Trabajo

1. Establece un “tiempo sagrado” a la semana y respétalo

Parte de mantener exitosamente un equilibrio vida-trabajo es nuestro carácter y poder de decisión. Al principio te resultará muy difícil dejar asuntos del trabajo a un lado, para  dedicar tiempo a cualquier otra cosa.

Una forma de lograrlo es a través de la constancia y persistencia. Toma tu calendario semanal y aparta un espacio de tiempo de unas dos horas durante el día que más gustes. Luego, llegado el momento, pórtate como tal empleado irresponsable y sal a disfrutar de estas dos horas.

Poco a poco desarrollarás el carácter necesario para respetar siempre este espacio y tomarás conciencia del bien que te hace.

 

2. Ejercítate siempre

Una de nuestras prioridades como ejecutivos bien organizados es meter la  actividad física en nuestra agenda. De esto depende, aunque los más necios digan lo contrario, nuestro desempeño intelectual y en los negocios.

Si nuestro cuerpo no goza de buena salud, tarde o temprano nos veremos acorralados y seremos incapaces de atender el trabajo o la vida personal. Es por esto que se debe fabricar el tiempo necesario para ponernos en forma y mantenerla.

 

3. Consigue un coach

Un ejecutivo que contrata un coach exclusivamente por razones profesionales, está desperdiciando mucho potencial. Muchas veces no logramos ver el panorama completo. Un coach nos puede enseñar mucho sobre liderazgo personal.

Cuando se trata de establecer y cuidar un equilibrio vida-trabajo, tener liderazgo en lo personal es fundamental. Un buen coach te podrá ayudar en este tema, dándote ventaja con nuevas y más poderosas perspectivas sobre tu situación.

 

4. Cuida de tus relaciones fuera del trabajo

En la desesperada carrera tras el éxito, muchos ejecutivos se dedican totalmente a enriquecer las relaciones profesionales, dejando muy de lado a la familia y amigos. Aunque suene triste, esto es más común de lo que te imaginas. De hecho, muchos ejecutivos lo hacen sin siquiera notarlo hasta que ya es tarde.

Ten mucho cuidado y analiza tus acciones con respecto a tus seres queridos. ¿Los llamas con frecuencia? ¿Les dedicas el mínimo de tiempo? Ellos son, al final del día, por quienes te esfuerzas. Cuida de estas relaciones más de lo que cuidas tus negocios.

 

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