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El empoderamiento de las mujeres es un tema actual que ha ido creciendo, a partir de la discriminación y las desigualdades sociales, así como económicas. Es justo por estas razones por lo cual es un tema de gran peso para las empresas. De acuerdo al Fondo Monetario Internacional el crecimiento económico en los países sería mayor, con un crecimiento aproximado del 35% del PIB si se lograra que hubiera una verdadera equidad en puestos de trabajo entre hombres y mujeres.

El hecho de que cada vez existan más mujeres en altos cargos, hace que exista una diversidad de género y todo lo que conlleva, tanto para la toma de decisiones, como para las opiniones dispares. Es cada vez mayor el número de mujeres que suben a la cima de los negocios en distintos ámbitos, día con día hay más mujeres empoderadas y expertas dentro de ámbitos que anteriormente eran únicamente de hombres como el mundo de los chefs, el vino, la construcción o la tecnología.

Los hombres debemos ser participantes activos en el logro de una igualdad de género en todos los niveles, pero en este caso nos compete en el ámbito laboral. Es importante ser observadores de las capacidades de las mujeres dentro de nuestras empresas y apoyar sus capacidades para que crezcan tanto ellas, como nosotros. Sin embargo, es aún más importante el apoyo entre mujeres. A esto se le llama sororidad, que es la hermandad creada entre mujeres para apoyarse unas a otras principalmente en sociedades patriarcales que las limitan en su crecimiento y desarrollo.

Actualmente en México hay muchas instituciones y fundaciones creadas de mujeres para mujeres con el único objetivo de crear sororidad entre ellas y empoderar a todas aquellas que tengan un gran potencial y no se consideren capaces de lograrlo o no han encontrado los medios y espacios para ello. Quizá muchas personas podrían creer que este tipo de instituciones y fundaciones hacen preferencia por considerar únicamente a las mujeres en sus emprendimientos y en su camino al éxito. Los números acerca de la participación de las mujeres en lo político y económico principalmente a nivel mundial, nos dicen todo lo contrario y es más nos incitan a crear más oportunidades para que en un futuro no muy lejano sea posible tener una competencia justa y equitativa para la obtención de los trabajos en todos sentidos, pero principalmente en altos mandos. Y no sólo eso sino que los sueldos sean equiparables independientemente del género de la persona que ocupe el puesto.

Cuanto más mujeres se encuentran en puestos altos y de decisiones, más se dan cuenta de las necesidades sociales que se viven también dentro de las oficinas y las empresas. La necesidad de tener guarderías o escuelas cerca; la necesidad de tener permisos por enfermedad de los hijos o que también los padres tengan oportunidad de pasar tiempo con su pequeño recién nacido; la necesidad e importancia de la salud física y mental. Todos estos cambios se están dando a la par y habrá que hacer algo al respecto en nuestro alrededor para ir con la inercia de la vida.

Los frutos del ahorro

Por más obstáculos que puedan toparse en su camino, todos, pero aún más las mujeres tienen el deber de ayudarse unas a otras para que cada vez más ésta brecha de géneros quede atrás y podamos todos convivir dentro de las empresas con las capacidades que tenemos para lograr de esa empresa un éxito rotundo.

Aún queda mucho por hacer, puesto que a pesar de que cada vez hay más mujeres representantes en los distintos ámbitos, aún conforman apenas el 20% de los cargos políticos en el mundo. Lo que significa que realmente aún no existe una representación significativa y suficiente para que todas las mujeres que buscan crecer y ser escuchadas puedan hacer valer sus derechos.

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