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La inteligencia emocional es fundamental para ser un líder exitoso. Ya he comentado en anteriores artículos que la inteligencia emocional es mucho más importante que la inteligencia cognitiva. Y lo bueno es que se puede entrenar.

Estos ejercicios te permitirán desarrollar tu inteligencia emocional y convertirte en un mejor líder.

 

Ejercicios para la desarrollar la autoconciencia

 

1. Reflexiona sobre cómo te sientes ahora mismo

Para conocer lo que sientes necesitas tomarte el tiempo para entenderlo y reflexionar sobre ello. Casi nunca hacemos esto.

Una forma fácil de hacerlo es escribirlo nombrando la emoción, si no en el mismo momento, más tarde, tratando de recuperarla. ¿Siento ira, alegría, tristeza, agitación, etc.? Si no encuentras la palabra para esa emoción, ponle un nombre que se te ocurra y que la defina de alguna forma que para ti tenga sentido.

Para quieres ir un poco más allá, trata de describir la emoción usando una metáfora.

 

2. Haz una lista de tus emociones diarias

Basándote en el ejercicio anterior que se centra en el ahora, es útil, también, tomarte un poco más de tiempo y reflexionar sobre lo que has sentido durante todo el día para conocerte mejor a ti mismo.

Por la noche, escribe un diario de emociones. Divide cada página en dos columnas: la de la izquierda es para enumerar tus emociones, la de la derecha es para describir el contexto en el que ha surgido esa emoción.

Una vez que hayas enumerado todas las emociones, analízalas y compáralas. ¿Cuál es la proporción de emociones positivas y negativas durante el día? ¿Qué emociones dominan y qué las causa? ¿Cuáles son sus desencadenantes?

Esto te permitirá ver de dónde provienen las emociones para trabajar en cambiar los factores desencadenantes y reducir las emociones negativas evitando que surjan.

 

Ejercicios para la autogestión

 

3. Respira

Este es un gran ejercicio porque en nuestra vida diaria súper ocupada simplemente no respiramos lo suficiente.

Especialmente cuando estás bajo estrés, retrocede un paso, cierra los ojos y respira por unos momentos. Siente la respiración. Esto te permitirá relajarte y no reaccionar de inmediato. Una vez que estés en calma, podrás pensar con claridad.

 

4. Cuenta hasta 10 en situaciones estresantes

Agregando al ejercicio anterior, cuando estés bajo estrés: retrocede un paso, respira y cuenta hasta diez. La mejor manera de hacerlo es respirar lentamente y decir “uno” mientras exhalas, luego repítelo hasta que llegues a 10.

Otro truco es tomar un sorbo de agua antes de actuar.

 

5. Reencuadra la situación

Cada individuo percibe las cosas de manera diferente. Lo que es bueno o malo para mí puede no serlo para ti.

Cambiar nuestros puntos de vista, especialmente cuando estamos estresados o enojados, puede ser una herramienta poderosa para manejar mejor tus emociones.

Hay dos tipos diferentes de reencuadres que puedes hacer en tales situaciones:

  • Reencuadre del contexto: pregúntate, en qué otra situación sería positivo ese evento o comportamiento, por ejemplo, cuando alguien es demasiado terco, ¿no sería esto una gran habilidad en los momentos difíciles cuando no consigues hacer algo por tu cuenta?
  • Reencuadre del contenido: pregúntate, ¿cuál puede ser otro significado positivo de esta situación o comportamiento? Por ejemplo, acabas de perder el autobús, ¿cuáles son las ventajas?

Tu mente tiene una opción de decidir cómo percibe la realidad y puedes entrenarla para ello.

 

Ejercicios de conciencia social y gestión de las relaciones

 

6. Observa durante 15 minutos

Nos quedamos estancados en nuestro propio mundo, tanto que no nos damos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor. Y realmente podemos aprender mucho de ello.

Cuando estés en la oficina, observa lo que sucede a tu alrededor: cómo las personas caminan y van a hablar con otros y con quién hablan; ¿Cuáles son sus estados de ánimo? ¿Cómo están dispuestos sus escritorios? ¿Qué sienten? ¿Cuál es el estado de ánimo general del grupo? ¿Qué ves y oyes? Haz esto una vez al día, durante 15 minutos.

Esto no es vigilancia, es aprender sobre las personas que te rodean.

 

7. Explica tus decisiones, no solo las tomes

Esto es importante especialmente en el mundo corporativo. Algunos líderes esperan simplemente decidir algo y que todos lo compren. No es así de fácil.

No se trata solo de tomar una decisión y esperar que todos la sigan, sino de explicar el porqué de la decisión. Eso es aún más importante cuando la decisión en sí misma implica un cambio que debe suceder o ya está ocurriendo. Las personas no solo aceptan las cosas, necesitan escuchar cuáles fueron las opciones, por qué, cómo se eligió una opción en particular y cómo afectará a todos.

Esto también se aplica en tu vida personal con tu pareja, hijos o amigos.

 

8. Aborda las conversaciones difíciles

A nadie le gustan las confrontaciones o las discusiones, pero son inevitables si queremos avanzar.

Hay una fórmula para enfrentarse mejor a tales situaciones:

  • Primero, comienza con un acuerdo: ¿en qué estamos de acuerdo?
  • Pide a la persona que comparta su punto de vista.
  • Resiste la tentación de hablar, escucha activamente para entender a la otra persona y no te pongas a la defensiva.
  • Ahora ayuda a la otra persona a entender tu postura: describe la incomodidad, los pensamientos, las ideas, las razones, etc.
  • Avanza en la conversación encontrando puntos en común en función de lo que hayas escuchado sobre su opinión y puntos de vista.
  • Sigue en contacto después de la conversación y verifica el progreso realizado que acordasteis juntos.

 

Práctica estos ejercicios y notarás como tu inteligencia emocional aumentará.

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