Compartir

La resiliencia en el éxito de los equipos y la salud organizacional

En esta era en que los negocios se mueven cada vez más rápido, no es de extrañarse que la resiliencia se haya convertido en una habilidad ejecutiva indispensable. Aunque los ejecutivos siempre han sabido los beneficios personales de ser resiliente, no siempre se ha reconocido la importancia de la resiliencia en el éxito de los equipos y la salud organizacional.

Mariana, es la CEO de una pequeña empresa de telecomunicaciones. Ella era miembro de mi grupo Mastermind y estábamos en sesión cuando recibió malas noticias. Un contrato importante para el que su empresa paso meses preparándose, había sido ganado por un competidor. Mariana había trabajado muy duro para conseguir ese contrato; su equipo había encontrado maneras ingeniosas de bajar costos y modos innovadores para agregar valor al cliente. Hubiese sido un proyecto rentable y muy importante. Lograrlo hubiese sido, además, una nueva prueba de concepto de producto para la empresa.

Mariana decayó notablemente y su cara nos dejo ver el impacto que la pérdida del contrato tenía. En la siguiente sesión del grupo Mastermind, nos dejó saber que, aunque se recuperó en pocos días, el daño ya estaba hecho. Uno de los ingenieros principales de la empresa y el más comprometido con dicho contrato, renunció. Otros empleados ansiosos tras el fracaso estaban hablando de considerar otras opciones laborales. Mariana tuvo que dedicar tiempo a asegurarle a su equipo la viabilidad de la compañía. Así descubrió, que la forma en la que se siente el líder del equipo, afecta al equipo entero. No era suficiente con retomar su buena actitud con prontitud, debía permanecer fuerte frente a su equipo.

La otra cara del fracaso

El fracaso es muchas veces considerado parte clave de la innovación exitosa, pero tiene un costo psicológico en el líder. La ansiedad puede llevar a preocupaciones exageradas, miedos irracionales y pensamientos obsesivos. ¿Entonces cómo podemos mantener la calma cuando el mundo se nos está cayendo encima?

Una manera, obviamente, es fingirlo. Actúa con confianza y seguridad absoluta. Esto puede funcionar, pero ponerte y mantener esta mascara es agotador. Los miembros más perceptivos del equipo van a reconocer la verdad y la confianza se verá afectada.

Existe una mejor manera; consiste en aceptar los fracasos, experiencias o resultados negativos de la empresa. Para lograr esto necesitas practicar y ver el mundo de una nueva manera. Es simple y de hecho bastante divertido.

El método está basado en una antigua historia Sufí en la que un hombre y su hijo son confrontados, alternando una y otra vez, con mala suerte y buena fortuna. Los vecinos se reúnen constantemente para quejarse de las penas y felicitarse por las fortunas. Cada vez, el hombre mantiene su compostura y hace la misma pregunta: “Bueno, malo, ¿quién sabe?”.

Piensa en tu vida… ¿alguna vez te ha sucedido algo que en el momento pensaste que era malo? Mirándolo en retrospectiva, hoy en día puedes ver claramente que no era tan malo, e incluso quizá fue algo bueno.

Casi todos podemos recordar varias situaciones así. En más de una ocasión, el tiempo nos permite comprender mejor una situación que inicialmente era un inconveniente, pero que trajo consigo beneficios importantes.

¿Es posible entonces que eso que estamos viendo como negativo, resulte ser algo positivo en el futuro? Y siendo así ¿por qué la prisa, entonces, por calificarlo como negativo? Sencillamente pregúntate lo siguiente: ¿existe alguna manera en la que esto resulte ser positivo? Esta pregunta te abre un nuevo universo de posibilidades. Si quieres llevar este proceso de resiliencia al siguiente nivel, pregúntate ¿Cómo puedo hacer que esto suceda? Vas a encontrarte con opciones que no habías visto antes.

3 pasos para desarrollar e incrementar tu resiliencia

Aquí presento entonces, un proceso de tres pasos para ayudarte a cultivar esta nueva manera de pensar. Yo recomiendo que empieces a usarlos inmediatamente con los problemas pequeños de la vida, para que tengas practica cuando te tengas que enfrentar un conflicto importante.

  1. Sé muy claro con lo que vas a calificar como algo negativo y el porqué. Por ejemplo, si no alcanzaste tus metas de crecimiento ¿cuál es el problema en ello? ¿tu bono va a sufrir? ¿tendrás que despedir personal? ¿no obtendrás recursos adicionales de los que dependías? Descubre las posibles consecuencias del problema.
  2. Pregúntate: ¿existe algún escenario donde esta situación negativa pueda resultar en algo positivo? Con solo reflexionar con esta pregunta, te situaras en un territorio emocional diferente, rico en posibilidades en lugar de preocupaciones.
  3. Continua con la siguiente pregunta: ¿qué puedo hacer, junto con mi equipo, para convertir este escenario negativo, en uno positivo? ¿Cómo puedo convertir este evento en algo positivo que podamos celebrar en el futuro?

Suena muy simple y de hecho lo es. Descubrirás lo poderoso que es cuando lo intentes.

¿Y Mariana? Ella termino de comprender esto cuando el competidor que gano el cliente, lo perdió por cometer varios errores. El cliente regreso con Mariana con el tiempo encima y aterrorizado, así que no escatimo en costos. Mariana y su equipo consiguieron su cliente más grande hasta el momento y llevaron a cabo un gran proyecto en el que todos ganaron.

Descarga mi ebook Coaching ejecutivo para líderes y conoce como el coaching te puede ayudar en tu negocio y a desarrollar nuevas habildiades.

Compartir