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Hablar de una persona sana es hablar más allá de la ausencia de una enfermedad, es una persona funcional a nivel físico, mental y social, con la capacidad de interactuar con el mundo que lo rodea de una manera saludable. Los tres niveles son fundamentales para que una persona pueda tener una vida en armonía y pueda funcionar dentro de la sociedad. Sin embargo, hasta hace poco se le ha dado la importancia que merece a la salud mental, para poder adentrarnos y tratarla debidamente dentro de todos los ámbitos posibles, propiciando una importante mejora en la sociedad actual. 

En 1951, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió a la salud mental como: “La capacidad de un individuo para establecer relaciones armoniosas con otros y para participar en modificaciones de su ambiente físico y social o de contribuir en ello de modo constructivo”. Los problemas principales conectados con la salud mental y el trabajo son la depresión, la ansiedad y el estrés. Este último, como lo escribí en un artículo pasado, es causa de serios problemas emocionales entre las personas a nivel mundial, es por eso la importancia de su prevención.

Existen dos maneras de prevenir el estrés dentro de una organización, por un lado mediante la gestión del ambiente organizacional de todos los colaboradores, así como de forma individual con cada uno de los trabajadores. Es primordial comprender y adoptar que en toda decisión de una empresa o negocio, el capital humano es el activo más importante. Por lo tanto considerarlos como el primer foco de atención a nuestra fuerza de trabajo.

Hay que tomar en cuenta que existen personas que pueden tener una personalidad y/o las condiciones de vida necesarias para que esto se vuelva un problema más profundo, el cual no podremos atender de ninguna manera dentro del lugar de trabajo, ya que deberán ser canalizados con un especialista. Contar con un personal capaz de  identificar este tipo de personas, antes de que el problema de estrés se agrave, nos ayudará a que la persona reciba la atención necesaria y pueda continuar conduciéndose de manera saludable con su entorno.

Mujer meditando y controlando el estrés laboral

Retomando la prevención del estrés, es necesario revisar las necesidades específicas de cada empresa, así como sus espacios. Algunas primeras acciones pueden ser:

  • Tener claridad de los valores, misión y acciones de seguridad dentro de la empresa, para colocarlos de manera visible y clara ante todas las personas. 
  • Permitir e incluso invitar a los trabajadores a hacer pausas en sus labores para hacer un par de respiraciones e incluso interactuar con sus compañeros.
  • Capacitaciones en inteligencia emocional y temas enfocados a crecimiento personal.

Este tipo de acciones, entre otras son factibles en el ámbito laboral para prevenir el estrés en los trabajadores. Aunque es importante realizar previamente un estudio de las acciones que realiza la empresa actualmente y el tipo de situaciones que generan mayor estrés entre los trabajadores. Una de las mejores formas de prevención es la comunicación, tanto entre colaboradores, así como entre el jefe y el trabajador, que proporcione claridad y certeza de lo que se espera de cada una de las personas como pilares de una organización.

Envíame un correo y platiquemos: guido@guidocattaneo.com.


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