Compartir

Aunque te atrevas a dudarlo, la gran mayoría de los ejecutivos exitosos del ayer y hoy, contaron con la ayuda de tutores. La mentoría ha sido siempre un recurso muy valioso y que es capaz de potenciar cualquier talento o habilidad que llevemos en nuestro interior.

Billonarios del mundo moderno han declarado en reiteradas ocasiones que no hubieran podido ser lo que hoy son de no haber contado con la ayuda de un tutor. Inclusive, muchos de ellos tuvieron varios mentores a lo largo de sus vidas.

Un hombre como Steve Jobs, bien conocido por ser introvertido, solitario y de carácter delicado, tubo un mentor y esa experiencia ha sido de gran relevancia para él y su carrera profesional. Su mentor fue Mike Markkula, ejecutivo de Intel antes del nacimiento de Apple.

Para Richard Branson, dueño del Virgin Group y billonario británico, su mentor fue David Beevers. Siendo muy joven, sus padres le pidieron a este amigo contador, que lo instruyera en la profesión, brindándole los conocimientos, que poco después le harían tan próspero.

¿Un ejecutivo con mentor?

¿Tienes todas las respuestas a los retos que tu empresa enfrenta? ¿Conoces el camino exacto por donde ir para hacer que tu empresa crezca? ¿Nunca te equivocas?

Supondré, por el bien de todos, que la respuesta a las tres preguntas es no.

Como ejecutivos, gerentes y dueños de negocios, vivimos a la expectativa de lo que sucederá mañana. Entre movimientos agresivos de los mercados, políticas económicas, las acciones de nuestros competidores y el crecimiento natural de la organización, nos encontramos frecuentemente con nuevos retos, unos más complejos que otros.

Las figuras de tutor y el mentor son totalmente compatibles con el entorno ejecutivo. Más que compatibles, se recomiendan, pues suponen un elemento de apoyo, que puede brindar ricas enseñanzas y nuevos paradigmas, muy útiles para hacerle frente efectivo a las dificultades.  

El tóxico ego

Es muy común ver como un ejecutivo orgulloso rechaza, sin dudarlo, la propuesta de un mentor. Una vez que se alcanza cierto estatus, muchas ideas poco sanas invaden la cabeza. Sin embargo, no juzgamos a nadie, pues esto sucede en todos los ámbitos de la vida.

Que un ejecutivo rechace la mentoría por el simple hecho de sentirse superior a cualquier tutor es algo con lo que nos vamos a encontrar muchas veces. En estos casos, la posibilidad de fallar es enorme. Si no se fracasa, se está expuesto a un crecimiento muy limitado.

Tomemos el ejemplo de Larry Page y Sergey Brin, los cofundadores de Google. A pesar de ser genios de la computación y mantenerse entre los hombres más ricos del mundo, contaban con la mentoría de Eric Schmidt. Eric, quien era parte integral de Sun Microsystems, otra empresa pionera de Sillicon Valley, brindaba apoyo a estos dos ingenieros en forma de mentoría. Les aconsejaba en asuntos relevantes para Google y los guiaba durante los momentos difíciles en los negocios.

No nos dejemos llevar por egocentrismos ciegos y poco sanos. El mentoring es un recurso valioso para todos, especialmente para los ejecutivos.

 

Descarga gratis mi ebook Coaching ejecutivo para líderes y conoce cómo esta herramienta también te puede ayudar en tu carrera de ejecutivo.

Compartir